Datos personales

Especialista en Teatro Venezolano

martes, 5 de febrero de 2013

Paul Williams





SEDUCCIÓN
COMEDIA ABSURDA EN UN ACTO




PERSONAJES EN ORDEN DE APARICIÓN:

LA CHICA
EL LOCUTOR


ÉPOCA:           Actual

ACCIÓN:          Un pequeño estudio.




ACTO ÚNICO


ESCENOGRAFÍA: A LA DERECHA DE LA ESCENA, UN TELEVISOR GIGANTESCO (TAN GRANDE COMO PARA DAR CABIDA A TRES O CUATRO PERSONAS, PERMITIENDO QUE ESTAS SE MUEVAN CON MUCHA COMODIDAD EN SU INTERIOR). BIOMBO EN EL CENTRO. CAMA A LA IZQUIERDA; A LA DERECHA DE ESTA, UNA MESITA CON UNA LÁMPARA. ANTE EL TELEVISOR, UNA SILLA DE MADERA. PUERTA DE SALIDA A LA DERECHA, A LA IZQUIERDA LA DEL WATER.


ACCIÓN: AL LEVANARSE EL TELÓN LA CHICA DUERME. DE REPENTE DESPIERTA SOBRESALTADA, MIRA CON HORRROR EL RELOJ, SE LEVANTA CORRIENDO Y DESAPARECE POR LA PUERTA DEL WATER. SE LE OYE GARGAREAR. LUEGO LA REGADERA. CANTA CUÑAS COMERCIALES. A TRAVÉS DE LA PUERTA DE CRISTAL SE VE SU FIGURA. ENTRA CORRIENDO Y SE DIRIGE AL TELEVISOR. LO ENCIENDE Y SE SIENTA.

LOCUTOR:      (APARECE AL ENCENDERSE LA PANTALLA) ¡Buenos días, señorita! ¿Cómo está usted? ¿Bien? Pues nos alegramos. Creí que no encendería usted, hoy, su televisor.

CHICA:    ¡Ah, como se le ocurre pensar eso; nunca me pierdo su programa por nada del mundo!

LOCUTOR:      ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias, es usted muy amable!

CHICA:    Lo que sucede es, que me quedé dormida… me acosté anoche tan tarde.

LOCUTOR:      Culpa nuestra claro está.

CHICA:    En parte sí.

LOCUTOR:      Reconocemos que nuestro programa de la noche se extendió más de la cuenta… pero no negará usted que fue de una gran calidad.

CHICA:    Si, exceptuando los cortes comerciales, que alargaron la película de hora y cuarto a cuatro horas, no tengo otra cosa que objetar. Este comentario espero que no le moleste.

LOCUTOR:      ¡Oh, no, como cree, estamos para entretenerles y culturizarles, y también para oír vuestras sugerencias!

CHICA:    Por lo demás, el programa ha sido de lo mejor que han transmitido últimamente. ¿Cómo era el nombre del cómico?

LOCUTOR:      ¿Cuál de ellos, el gordo o el flaco de bigotes?

CHICA:    El flaco de bigotes que parecía elástico cuando bailaba.

LOCUTOR:      El de bigotes se llama Tin Tan, y su compañero, Marcelo. Pero el programa programado para la programación de esta mañana, señorita, nada tiene que envidiarle en cultura y entretenimiento al de ayer por la noche.

CHICA:    ¿De qué se trata?

LOCUTOR:      Se trata de… (FANFARRIA)… ¡De nuestro concurso matutino de la mañana!... (FANFARRIA)… en el cual… ¡Sorpresa!... ¡Usted ha sido favorecida para participar en el! (FINAL TRIUNAL).

CHICA:    Vaya, al fin he tenido suerte. Siempre habían tomado en cuenta a otras personas, y a mí ni se dignaban en mirarme.

LOCUTOR:      Comprenda usted, señorita, entre treinta y cuatro millones de televidentes…

CHICA:    En días pasados prefirieron a una anciana horrible y me dejaron a mi plantada como una perfecta estúpida. Me sentí realmente frustrada, créamelo.

LOCUTOR:      Si, estimada señorita, nos dimos cuenta pero nada podíamos hacer. Millones de seres esperan ser favorecidas por la suerte al igual que usted, y solo una persona es elegida cada mañana. Yo sufro, al no poder complacerles a todos,… ¿pero… cómo hacer? (CARRASPEA) Pero hoy, como ha podido ver, la suerte le ha sonreído a usted. (FANFARRIA). En nuestro concurso de esta mañana, usted deberá contestar tres preguntas. Cada una de las susodichas, si es contestada correctamente acertada le proporcionará un premio. Luego, si lo desea, podrá cambiar los tres premios por una cuarta pregunta, o retirar los tres ya ganados. La cuarta pregunta le proporcionará un  premio monstruo… pero le advierto… si no contesta… pierde lo ya ganado. ¿Estamos?

CHICA:    ¡Estamos! Oh, me parece estupendo… ¡Pregunte, pregunte usted!

LOCUTOR:      (MIRANDO SU RELOJ) Son  las diez… ¿A que hora tiene que entrar a su oficina?

CHICA:    A las siete y treinta.

LOCUTOR:      Tenía, entonces.

CHICA:    Pero no se preocupe. Diré una mentirijilla al jefe y le dejaré convencido como siempre… (CONFIDENCIAL) trabajo en un Ministerio (RIEN AMBOS).

LOCUTOR:      Entonces no hay porque preocuparse. (RIE ESCANDALOSAMENTE) Bien, siendo así… ¡Allí va la primera pregunta! ¡Atájela!

CHICA:    Pregunte.

LOCUTOR:      ¿Si una mañana al despertarse, mira debajo de su lecho y descubre que un cocodrilo se encuentra allí… qué haría?

CHICA:    ¿Pero cómo cree que un cocodrilo…?

LOCUTOR:      La respuesta correcta le da como premio, una cirugía plástica estéticamente estética del Salón de Belleza “El cocodrilo”. ¿Qué me responde, mi distinguida y culta amiga?

CHICA:    ¿Me permite pensar un momento?

LOCUTOR:      Claro que si, señorita… tiene usted un minuto para pensar.

CHICA:    ¡Gracias, que amable! (PIENSA) ¡Pues… le preguntaría como se las arregló para llegarse hasta allí!

LOCUTOR:      (HABLANDO RAPIDAMENTE, MUY AMPULOSO) ¡Muy bien, muy bien, permítame felicitarla, mi bella y encantadora concursante! ¡Usted se acaba de hacer acreedora de una cirugía estéticamente estética del Salón de belleza “El Cocodrilo”, el salón al que entra usted convertida en una piltrafa, y sale hecha toda una mujer! Puede pasar mañana a cualquier hora por su oficina, donde le harán entrega del premio.

CHICA:    ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Ay, que emocionada estoy, esto es lo que se llama un batacazo!

LOCUTOR:      Gracias a usted que ve nuestro programa.

CHICA:    (MIRA SU RELOJ) Siento dejarle… ya son casi las diez y media.

LOCUTOR:      ¡Oh, no, no, usted no puede hacernos eso! ¿Cómo va a dejarnos ahora que vienen  premios y más premios para usted?

CHICA:    Es tan tarde y tengo que…

LOCUTOR:      Oh, vamos, no se preocupe usted; su jefe se encuentra mirando el programa instalado en su butaca. ¡Que tal, señor Doler! Muy bien, gracias. ¿Qué tal los chicos? ¿Bien? Pues me alegro. ¡Saludos a la señora Doler! (SE VUELVE A ELLA) ¿Qué me dice? (VOLTEA DE NUEVO) ¿Hablaba usted conmigo, señor Doler? (ESCUCHA) ¡Oh, si, si, iré con mucho gusto! No llegaré a la hora exacta, pero estaré allí a eso de las diez. ¡Hasta luego, señor Doler!

CHICA:    Siendo así, creo que no tengo porque preocuparme.

LOCUTOR:      Eso mismo le digo yo, estimada concursante… ¿por qué preocuparse? (PAUSA) ¿Está preparada para la segunda pregunta? ¿Sí? (ELLA ASIENTE) ¡Pues allí le va!

CHICA:    (EXTIENDE LOS BRAZOS EN UN GESTO COMO QUIEN INTENTA ATAJAR ALGO) ¡Láncela!

LOCUTOR:      Si la contesta correctamente, se hará acreedora a un aborto fetal de la Clínica  Simonet… la mejor clínica especializada en abortos, curetajes, posturas de virgos nuevos y cierre de anos demasiados expandidos, que funciona en nuestro país.

CHICA:    ¡Ay, qué maravilla!

LOCUTOR:      Escuche bien. Si el cocodrilo se niega a darle una explicación al preguntarle usted como llegó a su alcoba… ¿qué actitud asumiría?

CHICA:    (TITUBEANDO) Pues… creo que… (PAUSA) ¡Llamaría a la policía y le haría llevar detenido!

LOCUTOR:      ¡Genial! ¡Genial! (EN TONO MUY BAJO) Es usted exquisitamente genial. ¡Su inteligencia, mi querida concursante, me ha dejado perplejo, anonadado y circunciso!

CHICA:    ¡Estoy asombrada!

LOCUTOR:      El asombrado soy yo, señorita. Jamás esperé encontrarme el día de hoy, una mente tan preclara, tan lúcida. ¡Señorita, usted es… genial!

CHICA:    Gracias, muchas gracias, es usted muy amable.

LOCUTOR:      Al contestar tan genialmente, se ha convertido usted en la ganadora de un aborto fetal de la Clínica Simonet, la clínica que si sabe de abortos porque es su especialidad. Puede pasar mañana en horas de la tarde a practicarse el premio.

CHICA:    ¡Estoy asombrada de mi suerte, es increíble!

LOCUTOR:      (SE OYE UNA MUSIQUITA) ¡Linda música, como una linda mujer… si, ella es linda, porque lleva una careta plástica de la famosa fábrica “La carátula”!

CHICA:    En la oficina se van a morir de envidia cuando sepan que he ganado tantos premios.

LOCUTOR:      Y después de este exquisito mensaje comercial… (TONO DE MISTERIO)… la tercera pregunta, lo cual le permitirá optar por un Título de Bachillera sin siquiera tomar un libro en sus manos… título que otorga la Academia The  University Academy of Amerian United of Latin. (SE ESCUCHA MARCHA) Dígame, estimada amiga… ¿Si el cocodrilo le dice que se ha escondido allí para espiarla? …¿Qué  haría usted?

CHICA:    ¿Espiarme?

LOCUTOR:      Si, espiarla…  observar sus movimientos…

CHICA:    Pero… ¿con qué motivo?

LOCUTOR:      (PIENSA) Digamos… digamos que siente un amor desmedido por usted.

CHICA:    Pues… le agradecería su interés por mi… pero le haría saber al mismo tiempo lo vano de su intento… estoy comprometida… ¿sabe?

LOCUTOR:      ¡Bien, muy bien, requetebién, re – que – te – bien! Le felicito, señorita bachillera. ¡Pero esto es increíble que pueda haber tanta genialidad en una sola persona!

CHICA:    Aún no salgo de mi asombro. (MIRA EL RELOJ) ¡Oh, la hora!

LOCUTOR:      Olvídela, son apenas las once y diez minutos. (SE ESCUCHAN UNAS TROMPETAS).

CHICA:    ¡Ay, que emoción! ¡Estoy que me privo!

LOCUTOR:      ¡Y ahora el momento del suspenso! (PAUSA) Acepta los tres premios que ha ganado… o desea contestar la cuarta pegunta. Le repito de nuevo: si falla pierde todos los premios acumulados…

CHICA:    ¡Oh, vamos, si me ha sido fácil contestar las tres primeras, no veo porque no he de hacerlo con la cuarta!

LOCUTOR:      Me agrada su confianza y optimismo, señorita. ¿Y quién no procedería así, con tan brillante inteligencia?

CHICA:    ¡Ay, que amable es usted!

LOCUTOR:      Y aquí está la cuarta pregunta, la pregunta millonaria. (PAUSA EMBARAZOSA) ¿Si el cocodrilo le hace una proposición indecorosa… que le contestaría usted?

CHICA:    (MOLESTA) ¡Le daría un pescozón y le echaría de mi casa! ¡Yo soy una “señorita”! ¿Acaso no lo escuchó usted bien?

LOCUTOR:      (CON VOZ LÚGUBRE) Mi estimada concursante… su respuesta no se ajusta a la que tenemos clasificada en nuestro estudio. Lo siento mucho…  otro día será. (SE LIMPIA UNA LAGRIMA CON LA CORBATA)

CHICA:    (ALGO MOLESTA) ¿Y que esperaban ustedes que les contestara?

LOCUTOR:      Ese es un secreto de la estación que yo no puedo revelar, darling… I am zorry.

CHICA:    (SE LEVANTA Y MIRA SU RELOJ) ¿Y para este final me han tenido sentada hasta un cuarto para las doce? (SE OCULTA TRAS EL BIOMBO Y COMIENZA A VESTIRSE) Hoy me llamarán de nuevo la atención; no sé qué voy a decir.

LOCUTOR:      ¡Espere, señorita, espere, no se aflija… tenemos un premio de consolación para usted, estamos seguros de que le agradará!

CHICA:    (SE ASOMA POR ENCIMA DEL BIOMBO) ¿De qué se trata?

LOCUTOR:      (ROMANTICO) Un viaje en yate a la luz de la luna… con su actor favorito del cine.

CHICA:    Oh, no me interesa… mi actor favorito es Cantinflas

LOCUTOR:      Entonces podría ser de televisión.

CHICA:    (SALE YA VESTIDA) En ese caso escogería a… Antonio Dulcelay. Oh, vamos, lo que faltaba… esta blusa está descocida. (SE OCULTA TRAS EL BIOMBO)

LOCUTOR:      Pero antes tiene que… ¿Señorita, me escucha?

CHICA:    (SALE CON FALDA Y SOSTEN) Si, diga usted…

LOCUTOR:      (MIRANDOLA CON DESEO) Gracias por atenderme… (CON VOZ PASTOSA) Siempre y cuando mire debajo de la cama y me diga que ve allí.

CHICA:    (SUSPIRA) ¿Qué quiere ahora, avergonzarme? Supongo que debe haber un montón de polvo y revistas viejas; no barro desde hace dos meses… y todo por no perderme su programación.

LOCUTOR:      (AFERRANDOSE AL MARCO DEL TELEVISOR PARA NO CAER. SU CARA REFLEJA UN DESEO INCONTENIBLE) Si tiene deseos de ganar debe mirar… (EN VOZ MUY BAJA)… encontrará allí una sorpresa. CHICA:    Bien, nada me cuesta complacerle… (MIRA. DA UN GRITO Y SE SUBE SOBRE LA SILLA) ¡Oh, un cocodrilo!

LOCUTOR:      ¿Podría decirme de que color es?

CHICA:    (CON IRA) ¡Si me dice antes quien fue el hijo puta que lo coloco allí!

LOCUTOR:      Lo colocamos nosotros mismos, lady, es parte de nuestro concurso.

CHICA:    Le agradezco entonces que lo saque inmediatamente.

LOCUTOR:      ¿No quiere ganar?

CHICA.    No, no me interesa… lo que quiero es que saque ese reptil inmediatamente de allí.

LOCUTOR:      Está bien… (SE AGACHA) Ya lo he sacado.

CHICA:    ¿Lo ha sacado y ni siquiera se ha movido de su sitio?

LOCUTOR:      Trucos de la televisión, estimada señorita.

CHICA:    ¿Puedo bajarme, entonces?

LOCUTOR:      Si… y mirar debajo de la cama si quiere.

CHICA:    (SE BAJA TEMEROSA Y LUEGO MIRA) ¡Es un  milagro ha desaparecido!

LOCUTOR:      (MUY QUEDO) Tiene usted unos senos provocativísimos…

CHICA:    (SE MIRA Y DA UN GRITO, LUEGO CORRE Y SE ESCONDE DETRÁS DEL BIOMBO) ¡Es usted un atrevido! ¡Un insolente! (COMIENZA A VESTIRSE)

LOCUTOR:      (CON VOZ INSINUANTE) Es que jamás había visto unos senos tan hermosos como los suyos.

CHICA:    Si continúa con sus indecencias apagaré el televisor, se lo advierto.

LOCUTOR:      Lo sentiría mucho… porque dejaría de ver su lindo  rostro.

CHICA:    (SALE VESTIDA) ¿Por qué dice usted tantos embustes?

LOCUTOR:      Le hablo en serio, usted me gusta de verdad.

CHICA:    (ALAGADA) Bah, eso se lo dirá usted a todas… Ahora si le gusto, no se lo critico… pero al menos podría ser más… más… discreto.

LOCUTOR:      He esperado tanto tiempo para poder decírselo.

CHICA:    (MIRA SU RELOJ) ¡Oh, que horror, ya casi es la hora de salir de la oficina! (TOMA UN BOLSO QUE SE ENCUENTRA  COLGADO EN EL BIOMBO Y SALE CORRIENDO POR LA DERECHA)

LOCUTOR:      (ASOMANDOSE) ¿Se marcha?

CHICA:    ¡Claro… no creerá que voy a quedarme escuchando sus declaraciones de amor!

LOCUTOR:      ¡Quédese un ratito más!

CHICA:    ¡Puaf, acaso vivo del aire! (DESAPARECE)

LOCUTOR:      Y ahora, a prepararse amigos televidentes para nuestro concurso para niños. ¿Cómo está usted, señora? ¿Gripe? Cuanto lo sentimos. ¿Por qué no prueba usted las píldoras del Dr. Rosss? Es lo mejor que se ha inventado para los catarros. ¿Qué las va a probar? Pues la felicitamos y le deseamos pronta mejoría. Ya volvemos… (SE ESCUCHA UNA MUSIQUITA)… No se separe de su televisor que ya volvemos.

(BAJA UNA PANTALLA ANTE LA BOCA DEL TELEVISOR, COMIENZAN A PROYECTARSE INFINIDAD DE CUÑAS A UNA VELOCIDAD VERTIGINOSA, PASANDO LUEGO A UNA SECUENCIA DE UNA PELÍCULA DE VAQUEROS, EN LA CUAL INDIOS Y VAQUEROS SE MATAN ENTRE SI. ESTA SECUENCIA SE REPETIRA VARIAS VECES CON LA CAMARA MUY RAPIDA)

CHICA:    (ENTRA. TIRA EL BOLSO SOBRE LA CAMA. TRAE UN SANDWICH EN LA MANO) Me demoro un poco mas y no llego a tiempo para el programa. (VA HACIA EL TELEVISOR) ¡Vaya manía la mía de dejar encendido el aparato! ¡Oh, vasta de vaqueros! (CAMBIA DE CANAL. OSCURO EN LA PANTALLA. ENSEGUIDA SE PUEDE VER SECUENCIA DE UNA PELICULA EN LA CUAL UN HOMBRE ESTRANGULA A UNA MUJER. LA CHICA SE LEVANTA HORRORIZADA Y APAGA. SE PASEA NERVIOSA. ENCIENDE DE NUEVO Y AUN EL HOMBRE CONTINUA SU TAREA AFANOSAMENTE. APAGA. SE PASEA. IDEM. APAGA. TOMA EL BOLSO Y SACA UN FRASCO DE PASTILLAS, SE TRAGA DOS. ENCIENDE. VUELVE A APARECER AL PARECER LA MISMA SECUENCIA EN LA QUE YA CASI ESTA ESTRANGULADA LA MUJER. UNA LENGUA DE CASI UN METRO CUELGA EN SU PECHO. APAGA. DESAPARECE LA PANTALLA. ENCIENDE Y APARECE EL LOCUTOR. LLEVA BIGOTES FALSOS Y VISTE UN SACO DE COLORES LLAMATIVOS; SU VOZ ES CHILLONA Y VULGAR)

LOCUTOR:      ¡Que tal, mi querida y estimada señora, que tal!

CHICA:    ¡Señorita!

LOCUTOR:      ¡Oh, perdone usted, señorita!

CHICA:    No hay de qué.

LOCUTOR:      ¿Ha probado alguna vez nuestro producto?

CHICA:    No, aún no.

LOCUTOR:      ¿Quiere decir que nunca se ha molestado en tomar nuestras sopas?

CHICA:    No, ya le dije que no.

LOCUTOR:      (FURIOSO) ¡Pues muy mal hecho!

CHICA:    Siento mucho no haberlas probado, señor locutor.

LOCUTOR:      (MUY MOLESTO) ¡Y que espera entonces! ¿O es que no tiene intenciones de hacerlo?

CHICA:    Nunca cocino, sabe usted… se me pasa el tiempo sin darme cuenta.

LOCUTOR:      ¿Y qué come entonces?

CHICA:    (MOSTRÁNDOLE) ¡Sandwiches! ¡Sandwiches! ¡Sandwiches y más sandwiches!

LOCUTOR:      ¡Eso está muy mal, señorita, muy mal! (AMENAZADOR) ¡Prométame que de ahora en adelante consumirá únicamente sopas enlatadas de las que nosotros vendemos!... (GRITANDO) ¡Prométamelo!

CHICA:    (ASUSTADA) Si, si, está bien, se lo prometo.

LOCUTOR:      Ahora siéntese y escuche.

CHICA:    No voy a poder complacerle; esta mañana llegué retrasada y no quiero que me suceda de nuevo esta tarde; el jefe me llamó la atención de una manera poco cortes.

LOCUTOR:      (MASCANDO LAS PALABRAS) ¡Carajo, le he dicho que se siente!

CHICA:    Si me lo pide con tanta amabilidad. (SE SIENTA)

LOCUTOR:      El precio de estas sopas es sumamente razonable; mejor dicho, muy económico. Económico si tomamos en cuenta que solo tiene que calentarlas; lo que le permite ahorrar gas. Ahora bien, si prefiere consumirlas frías, ahorrará lo que paga por el servicio de gas; ahorraría también lo que gasta en objetos de cocina, ya que puede comerlas directamente de la lata a la boca; logrando, sin darse cuenta, otro pequeño ahorro; el del jabón que utiliza para lavar los tratos. También existe otra ventaja: ya no tendrá que realizar esa tarea tan desagradable y detestada por todas las mujeres ¡Fregar!

CHICA:    Pero señor, comprenda… a mi no me gustan…

LOCUTOR:      Solo cuesta diez  bolívares cada pote y le sirve para dos raciones. Cuando esté usted siguiendo dieta, cada pote le servirá para seis, o sea, dos días de alimentación con un solo pote. ¿Son económicas o no, mi señora?

CHICA:    Si me gustarán tal vez…

LOCUTOR:      ¡Eso a mi no me interesa!... Yo solo le he preguntado si le parecen económicas o no.

CHICA:    Si, muy económicas.

LOCUTOR:      Me alegra que lo reconozca… porque eso me da pie para ofrecerle en venta una caja… claro que con un pequeño descuento de promoción.

CHICA:    Mire usted, en realidad lo siento mucho, pero en estos momentos no estoy interesada en adquirir…

LOCUTOR:      ¡Vamos, niña, no seas tan pesada! ¡Jamás en tu perra vida vas a conseguir una oferta tan buena como esta! (LEVANTA UNA CAJA DE SOPAS) ¡Aquí tienes!

CHICA:    Pero señor, acabo de decirle que…

LOCUTOR:      ¡Aquí tienes son diez mil quinientos bolívares! La caja contiene veinte latas.

CHICA:    ¿Y entonces por qué me cobra diez quinientos en vez de ocho mil? (TOMANDO LA CAJA)

LOCUTOR:      Los dos mil quinientos bolívares restantes son para el pago del servicio de entrega y empaque.

CHICA:    ¡Pero escuche…!

LOCUTOR:      ¡Vamos, vamos, de prisa con ese dinero; aquí no estamos para perder el tiempo hablando pendejadas! ¡Aquí en televisión, por si no lo sabía, los minutos valen oro! ¡Andando, pues…! ¿Dónde está ese dinero?

CHICA:    (TOMA EL BOLSO Y SACA UN BILLETE DE VEINTE MIL) ¿Tiene cambio para veinte?

LOCUTOR:      (TOMA EL DINERO) No, pero en todo caso podemos venderle dos cajas y le quedaríamos debiendo un mil quinientos bolívares… se los devolveremos en nuestro próximo programa.

CHICA:    ¡Oh, no, no puedo hacer semejante gasto… esos nueve mil quinientos bolívares es todo con lo que cuento para el mes!

LOCUTOR:      ¿Y las sopas? (LE DA DOS CAJAS QUE ELLA PONE EN EL SUELO. ÉL, CON TONO MUSICAL LE DICE) ¡Y graciiiiiiiias!

CHICA:    (DESCONSOLADA) Gracias a usted…

LOCUTOR:      Estamos a sus gratas órdenes.

CHICA:    (MIRA EL RELOJ) Vaya broma, ya son las tres menos un cuarto.

LOCUTOR:      ¡Oiga, espere!

CHICA:    ¿Qué quiere ahora?

LOCUTOR:      ¿No está interesada en adquirir una vajilla de melanine para servir las sopas?

CHICA:    No, no estoy interesada…      

LOCUTOR:      ¿Por qué no lo piensa? Se la dejamos a muy bajo precio, tenemos además cubiertos de acero inoxidable y manteles de plástico muy elegantes.

CHICA:    (CORRE Y TOMA EL BOLSO) ¡Vaya con usted; si me quedo terminará por venderme los estudios con actores y todo lo demás! (SALE)

LOCUTOR:      (AL PÚBLICO DESDE EL TELEVISOR) ¿Y ustedes, señoras, no están interesadas? Puedo ofrecerles una parcela en Miami, o si mejor lo prefieren, en el planeta Marte. Se las podemos vender a buen precio y cómodas mensualidades. ¿Whiskey? Tengo mil marcas, a todos los precios. ¿Cigarrillos? ¿No? Vamos, no crea eso de que dan cáncer. Claro está que yo no puedo obligarles a comprar lo que no les interesa. También vendo pelucas artificiales, talco para su bebé y talco para su papito… me refiero al que la visita a usted de noche cuando no está el padre de sus hijos y señor de la casa. En fin, tenemos todo lo que a usted le pueda interesar. Si lo desea, no tiene mas que esperar a que volvamos de master, para que nos haga su pedido. No se retiren, que ya volvemoooooooos.
       
(BAJA LA PANTALLA Y COMIENZA LA PROYECCIÓN DE UNA GRAN CANTIDAD DE CUÑAS LAS CUALES PASARAN A GRAN VELOCIDAD. LUEGO, LA MISMA PELLICULA DE VAQUEROS CON SU MILLAR DE BALAS  Y MUERTOS. ENTRA LA CHICA CON SU SANDWICH).

CHICA:    (MIRANDO CON RECELO) ¡Gracias a Dios… ya se fue el tipo ese… pero ahora quedaron los vaqueros!

(SE  ESCUCHAN ALGUNOS TIROS POR LA ESCENA. LA CHICA GRITA Y SE ESCONDE DETRÁS DEL BIOMBO. DEL TELEVISOR, QUE HA QUEDADO A OSCURAS AL LEVANTARSE LA PANTALLA, CAEN HACIA LA HABITACION: UNA REVOLVERA, UN SOMBRERO TEJANO, UNA SILLA DE MONTAR, LA CABEZA DE UN INDIO Y LA DE UN CABALLO, UN ARCO, DOS FLECHAS, UNA LANZA, EL VESTIDO DE UNA CORISTA, Y EL SOMBRERO DE UN SOLDADO FEDERAL. DESPUÉS DE UNA PAUSA SE ESCUCHA UN GRITO DE MUJER, Y CAE EN ESCENA UNA PANTALETA DE CORISTA ADORNADA CON FLEQUITOS, SEGUIDA DE SU VESTIDO. PAUSA LARGA. TODO EN SILENCIO. LA CHICA ASOMA LA CABEZA POR UNO DE LOS EXTREMOS DEL BIOMBO ANTES DE SALIR) ¡Por lo visto no se cansaran de exhibir esas películas tan realistas!

LOCUTOR:      (APARECE VESTIDO DE SMOKING. LLEVA SOMBRERO DE COPA, BASTON Y GUANTES) ¿Le gustó nuestra película de esta noche, señorita?

CHICA:    No pude verla… pero por el final me imagino que fue algo terrorífica.

LOCUTOR:      Terrorífica no, solo un  poquitín emocionante. El cine ha avanzado mucho… esta película en tercera dimensión es un claro ejemplo. (PAUSA. EMBARAZOSA. ELLA APARTA LAS COSAS QUE CAYERON EN LA HABITACION. ÉL, INSINUANTE) Llegó tarde esta noche.

CHICA:    Sí, tuve que quedarme hasta las ocho para recuperar el tiempo que perdí durante el día.

LOCUTOR:      ¿Debe sentirse cansada… no es así?

CHICA:    Sí, mucho.

LOCUTOR:      Lo que usted necesita en todo caso… es esto… (ALZA UNA MANO. ENSEGUIDA SE ESCUCHA UNA MUSICA MUY SUAVE, INTERPRETADA POR UN ARPA. EL LOCUTOR CONTINUA HABLANDO CON VOZ INSINUANTE) ¿Le gusta?

CHICA:    Si, mucho… (ENTRE SUEÑOS) ¿Y a quién no?

LOCUTOR:      Hay demasiada luz… ¿no lo cree? (DA DOS PALMADAS) Si, yo se que usted lo cree… (SE OSCURECE LA ESCENA. ALGUNAS LUCES DE COLORES DAN UN AIRE SOÑADOR, PERO DE FOLLETIN)… ¿Qué me dice ahora?

CHICA:    ¡Maravilloso!

LOCUTOR:      ¡Y como toque final…! (SACA UN POTE DE PERFUMADOR DE AMBIENTE)… no es de rosas naturales, pero da igual. (ROCÍA) ¿Bien?

CHICA:    Provoca dormir, después de un día de tanto ajetreo.

LOCUTOR:      ¡Exactamente… pero hace falta algo más… mire! (SACA UNA MESA Y PONE SOBRE ELLA UNA BOTELLA DE CHAMPAÑA, DOS COPAS Y UN CESTITO LLENO DE GALLETAS, BOMBONES Y CARAMELOS. DOS ROSAS ROJAS EN UN PEQUEÑO FLORERO)

CHICA:    Eso no podía faltar… ¡Qué romántico!

LOCUTOR:      Y para tí… (SACA UN RAMO DE FLORES Y SE LO OFRECE)

CHICA:    Recuerde que yo estoy comprometida…

LOCUTOR:      Lo sé, lo sé… ¿Pero y eso que importa?

CHICA:    Lo que quisiera es dormir… me siento tan cansada.

LOCUTOR:      Dormir… ¿sola?

CHICA:    (SIN ENTENDER) Tengo que trabajar mañana muy temprano. (PASA TRAS EL BIOMBO Y COMIENZA  A DESVESTIRSE) Hoy me llamaron la  atención dos veces y no quiero que mañana suceda igual… puedo hasta perder el empleo.

LOCUTOR:      ¿No se molesta si la invito a salir? Iremos a cenar a un buen sitio… a uno de esos alumbrados con una gran araña de cristal que despide luces de diversos colores; uno igual a City Hall, la mejor discoteca restaurante que  tiene la ciudad, y la cual está situada en el Centro Comercial  La Piraña, el mejor Centro Comercial de Latinoamérica. Allí tomaremos vino “Moscatel” y champaña marca “Bulov”, de las que distribuye para Venezuela, Burton y Cia., y comeremos caviar “Petcov”, traído directamente desde Moscú por Alejandro Bocardo e hijos. Si no tienes traje con que ir, no te preocupes te obsequiaré uno de la Casa Dior, de París, cortesía de la Boutique Liana, del Mini-Centro La Estancia, y un visón de la Peletería Canacit. Tendrás perlas de la Joyería el Brillante Azul, situada en la calle Real de Sabana Grande, y medias de nylon y ropa interior de la Casa Suave, la mejor del centro de la ciudad. Te daré perfumes de Nina Ricci y Jean Patoute, de la perfumería Ben Ben, la mas fabulosa de la Avenida Víctoria y miles de cosas más. Ven, no te hagas rogar; deja que todos tus sueños acumulados se conviertan en una maravillosa realidad.

CHICA:    (SALE EN BATA DE DORMIR) Pero comprenda… ¡Yo soy una señorita!

LOCUTOR:      ¿Y aún no te has fastidiado de serlo? Ven… Ven… ¿O es que no te agrada todo lo que te he ofrecido?

CHICA:    Claro que me gusta, pero…

LOCUTOR:      ¡Olvida todo lo demás… ven… ven! (SE OSCURECE LA ESCENA AÚN MAS. LA MÚSICA SUBE DE VOLUMEN Y SE ESCUCHAN RISAS DE HOMBRES Y MUJERES Y EL DESCORCHAR DE CIENTOS DE BOTELLAS DE CHAMPAÑA. DEL TECHO COMIENZAN A BAJAR POR DIFERENTES SITIOS DE LA ESCENA, Y SOSTENIDOS EN LA PUNTA DE ANZUELOS DORADOS: UN ABRIGO DE VISÓN, UN COLLAR DE PERLAS, UN TRAJE DE NOCHE DE DIOR, FOTOS DE GALANES DE CINE Y TV, UN PAR DE ZAPATOS DE RASO, UNOS GUANTES, MEDIAS DE NYLON, UN FRASCO DE PERFUME, LA SILUETA DE UN AUTO ÚLTIMO MODELO, LA FOTO DE UN HOMBRE Y UNA MUJER BESÁNDOSE, UNA BOTELLA DE CHAMPAÑA Y CIENTOS DE BILLETES DE A 500 EN LA PUNTA DE ANZUELOS DIMINUTOS. NO FALTARAN LOS BRILLLANTES, LOS BIKINIS Y LAS CAJAS DE MAQUILLAJES Y CREMAS DE BELLEZA)  ¡Ven… ven, que te deseo… que no puedo estar sin ti… te prometo que convertiré todos tus sueños en realidad… ven… ven…!

CHICA:    Si, si, voy hacia ti, mi galán… poséeme… tómame… 

LOCUTOR:      ¡Ven, amor, ven…! (LA CHICA VA HACIA EL TELEVISOR. DE LA PARTE BAJA DE ESTE SURGE UNA ALFOMBRA COLOR PURPURA CON BORDES DORADOS SOBRE LA CUAL ESTAN FIJOS ALGUNOS BILLETES. SE EXTIENDE ANTE ELLA. LA CHICA, PISANDO SOBRE ESTA SE DIRIGE AL TELEVISOR. EL LOCUTOR COLOCA UN ESCALÓN EN LA PARTE DE AFUERA PARA QUE ESTA SUBA. AL ENTRAR LA CHICA, ESTE LA TOMA Y COMIENZA A ACARICIARLA. A SUS ESPALDAS HACE UN GESTO CON LA MANO, Y ENSEGUIDA COMIENZA A DESAPARECER TODOS LOS OBJETOS QUE BAJARAN EN LA PUNTA DE LOS ANZUELOS, AL IGUAL QUE LA ALFOMBRA… MIENTRAS.


CAE LENTAMENTE EL TELÓN



RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR. Cualquier reproducción o representación parcial o total, por medio literario, audiovisual o teatral sin autorización del autor o sucesorio, queda sometido a las penalidades que estipula la Ley de derecho intelectual.