Datos personales

Especialista en Teatro Venezolano

viernes, 12 de octubre de 2012

Johnny Gavlovski


http://gavlovski.wordpress.com/




DIOS AL
OTRO LADO  DEL MAR
(Pieza de teatro breve)


MEDIANOCHE. CRISTOBAL COLON Y SU AMANTE DISCUTEN A SOTTO VOCCE, EN UN ESCONDITE, MIENTRAS LA AMANTE TERMINA DE PONER ALGO DE COMIDA EN UN PEQUEÑO BOLSO DE TELA. TODO ESTA EN PENUMBRAS.

COLON (RESPONDIENDO TRATANDO DE TRANQILIZARLA): Dios os protegerá.

BEATRIZ: Cristóbal...

COLON: ¡Bajad la voz!

BEATRIZ: Nadie está escuchando.

COLON: Conocéis la cantidad de enemigos en mi haber. Conocéis perfectamente a todas las ponzoñosas lenguas que han de guardarme encono por tener el favor de Su Majestad en esta empresa.

BEATRIZ: Prefiero los enemigos en tierra, que el infierno bajo el mar.

COLON: Creed en mi propósito, Beatriz amada. Solázate en la esperanza de nuestro pueblo.

BEATRIZ: A los oídos de su remisa alteza Fernando vos sólo proferís necedades que no vendrán bien a vuestro crédito a menos que le entreguéis provecho inmediato de vuestra empresa.

COLON: Vuestros temores os llevan a desvariar.

BEATRIZ (CON TEMOR): No, Cristóbal. ¿Cuánto tiempo tomará la Reina en descubrir  que la habéis engañado con esas patrañas de la ruta a las Indias?

COLON: Beatriz...

BEATRIZ: Muy bien conozco que eso no es más que un invento  vuestro para...

COLON (COMPLETA AMOROSO): ...alcanzar la Tierra Prometida. El sueño de nuestros antepasados, amada mía. El lugar donde habitan las tribus perdidas de Israel sin temor a ser  perseguidos por no profesar la misma fe de la Iglesia. Mujer, sabes muy bien que a partir de esta medianoche, no podrá quedar un sólo "yudío" en el reino so pena de convertirse o morir en manos de los verdugos de la Inquisición.

BEATRIZ: La Inquisición descubrirá a todos los “jahamim” (1) que has escondido en las carabelas.

COLON: Con buen dinero se pagó el silencio de aquellos reos que cambiaron sus documentos con nuestra gente... Beatriz amada, nadie revisará el equipaje de quienes han de ser considerados la escoria de España.

BEATRIZ: La escoria de España somos nosotros: expulsados,    apartados como a la peste. Somos la lepra de su fe inmaculada. La escoria somos nosotros, Cristóbal, y por ello, os doy advertimiento, a que esos mismos criminales, a quienes comprasteis sus documentos para ocultar en las carabelas a nuestros rabinos, tienen conocimiento de vuestras intenciones.        

COLON: Vuesa merced exagera en temores.

BEATRIZ: ¿Exagero yo? Sois vos quien cerráis los ojos a ese costal de malicias que os acecha.

COLON: Beatriz…

BEATRIZ: ¡Despertad Cristóforo! No debéis confiar en esos criminales. A éstas horas habrán dado grandes voces y toda la corte acudido al ruido. De seguro alguno rufián ya habrá negociado con el Santo Oficio.

COLON: Nada dirán.

BEATRIZ (SUSPICAZ): Por supuesto, si es el caso que el mismo Gran Inquisidor les pide silencio.

COLON: ¿Por qué decís eso? Suficiente locura con la mía…

BEATRIZ: (PROSIGUE INSISTENTE) De seguro las tribus perdidas de Israel conservan todos los tesoros de nuestros padres,  aquel que los  cruzados nunca hallaron... Os imagináis, Cristóbal: Las tablas de la Ley, el sagrado tabernáculo...

COLON (SOÑADOR-PARA SÍ): ¡El sagrado tabernáculo! … Demasiado sería mi buena estrella si yo fuera el elegido para devolver a mi pueblo tal joya... Os imagináis, Beatriz la bienaventuranza... (RIE) Quizás hasta el arca del humilde Noé sea usada por nuestros hermanos perdidos para surcar la Mar Océana.

BEATRIZ (SOMBRIA): Hasta que el Santo Oficio decida hacerla nave oficial de la Inquisición...

COLON (MOLESTO RECLAMA): ¿Qué clase de demonio  se ha posesionado de vos?

BEATRIZ: El de la sinceridad. Jamás seréis comandante del arca de Noé, ni devolveréis al Reino de Judá ningún tabernáculo. Si no es el Santo Oficio, serán los corsarios de la corona quienes no tardarán en haceros naufragar. Os seguirán, Cristoforo sin respetar vuestro título de Almirante e Visorey e Gobernador General de las Indias. Os arrebatan todos los tesoros que encontrareis y vos agradeced si  con vida termináis… ¡Abrid los ojos! El rey  declarara las tierras descubiertas como provincia de la corona y a vos, a vos Almirante Colon os tacharan de yudío, farsante, traidor a la reina...  (GRAVE) y nadie de los nuestros acudirá en vuestro auxilio… Considerarán que fuisteis vos quien condujisteis a los incendiarios de nuestra sangre al único lugar de la tierra donde nuestra tradición aún no ha sido profanada.

COLON: ¡Vine a vos por un poco de amor y me despedís con tamaño fardo de malos augurios! Bien lo dice el Eclesiastés: "De la vestimenta nace la polilla, y de la mujer, la maldad del varón".

BEATRIZ: Por qué no recordáis mejor lo que dice el Talmud: "A tal hombre, tal mujer".
        
COLON: ¡Válgame el cielo!

BEATRIZ: Nunca olvidéis que de mano de mujer conseguisteis los dineros para atravesar la mar océana. Pero será vuestra la maldad y no de ella, ni mucho menos mía, cuando se descubra vuestro engaño y los enemigos de la corona, llamaran a vuestra protectora: Isabel La Católica, protectora de infieles.

COLON: Dios no lo permitirá.

BEATRIZ (ENFRENTA SOMBRIA): Dios no vive en estas tierras.

COLON: No blasfeméis contra Él.

BEATRIZ: Nos abandonó hace tiempo, pues de ser lo contrario jamás permitiría que en Su Nombre, la Inquisición osara asesinar a tantos inocentes.

COLON (PARA SÍ- TRATANDO DE CONVENCERSE): Dios está con nosotros.

BEATRIZ (INCREDULA): ¿Al otro lado del mar?

COLON: Sí. Y yo voy a buscarlo.

BEATRIZ: Si tenéis que marchar, allende los mares,  a buscarlo, entonces ese no es el Dios de nuestros antepasados.


COLON (MOLESTO): Incubos dominan vuestra mente, secan vuestro corazón, apagan vuestras esperanzas. No os reconozco Beatriz. ¿Dónde está tu fe?

BEATRIZ (IMPOTENTE ESTALLA EN LLANTO-RABIA): Mi fe agoniza cuando os veo marchar, ciego, sobre una corriente que no tardará en arrastraros al borde del planeta.

COLON: ¡Dios!...

BEATRIZ: ¿Y si desaparecéis en el abismo?. Si sois víctimas de un monstruo marino o de los dragones, que según cuentan, velan en los límites de la Tierra... Cristoforo, por última vez os plugo: rescatad a vuestro hijo de su custodio y huyamos a Holanda.

COLON: Diego queda en el monasterio, Beatriz.

BEATRIZ: Hasta que la Inquisición de pruebas que su madre la portuguesa Felipa Moniz-Perestrello era de estirpe hebraica.

COLON: Jamás podrán demostrarlo. Felipa era...

BEATRIZ (INTERRUMPE): ... menos poderosa que Hernando de Talavera, confesor de la reina, prior del Prado, blanco de rumores de ser nieto de vientre yudío. A partir de esta noche nadie está a salvo… Almirante ciego, mula visionaria… (ROMPE EN LLANTO) No podré sobrevivir esperando vuestro retorno. Mis fuerzas menguaran cada vez que os sueñe luchando con hombres que andan con los pies para arriba...

COLON: Los llamados antípodas son sólo suposiciones...

BEATRIZ: Vos mismo me contasteis los testimonios de aquellos que aseguran la vida al otro lado de la Tierra, donde los árboles crecen hacia abajo y llueve y neva hacia el cielo...

COLON (TRATA DE ALIGERAR LA SITUACION): Y os dije que todo depende del hemisferio desde donde lo contempléis...

BEATRIZ: Sabéis a ciencia cierta que la Tierra no es redonda.

COLON (LA ABRAZA-BROMEA): ¿Y si los antípodas son las tribus perdidas?

BEATRIZ: No quiero chanzas, Colon.

COLON (PROSIGUE): …. Que los descubra estudiando nuestras leyes, con severos "bonetitos" coronando las copas de sus cabezas

BEATRIZ: Dejadlos en paz, andando al revés, y reconducid el rumbo de las embarcaciones hacia Palestina. Serías seguido como el santo Moshé por el desierto... Y en llegando a la Ciudad Santa te esperaría como la más amorosa novia, para escucharos recitar en nuestro lecho los versos de amor del sabio Salomón.

COLON (CITA DEL CANTAR DE LOS CANTARES): “Cuan hermosos son tus pies en las sandalias. Oh hija de príncipe. Los contornos de tus muslos son como joyas, obra de mano de excelente maestro. Tu ombligo como taza redonda que no le falta bebida”.

BEATRIZ: Cristóforo…

COLON (CONTINUA): “Tu vientre como montón de trigo cercado de lirios”.

BEATRIZ (SUSURRA, EN REFERENCIA AL CANTAR): Me tenéis enferma de amor…

COLON (CONTINUA): Tus dos pechos como gemelos de gacela…

BEATRIZ:(BESANDOLO-ANSIOSA) Id a Yerushalaim. Allí os daré "hiyos"(2) y os amaré hasta el último de mis días... Seréis para siempre recordado amado Almirante, y yo orgullosa contemplare el sincero amor de quienes os erigirán guía de nuestro pueblo "diriyiéndose" a vos sin los vestidos de la lisonja, con sinceras palabras de respeto, sin que la adulación os acreciente o otro vano respeto os disminuya.

COLON: Palestina...

BEATRIZ: Amado, si El Santo, Bendito Sea está con nos, la expulsión de estas tierras es Su señal. ¿En qué mejor lugar podríase reunir nuestro pueblo que no sea en la ciudad de David?

(COLON POR UN MOMENTO LA MIRA. PAUSA. REPITE PARA SÍ EL NOMBRE DE LA TIERRA PROMETIDA, DE LA TIERRA PERDIDA)

COLON: Palestina... Palestina...

BEATRIZ: La tierra de Nuestros Padres...

COLON: Tierra perdida.

BEATRIZ: Tierra Prometida.

(PAUSA TENSA. SE MIRAN. DE PRONTO, RAUDO COLON TOMA DEL BOLSO UN HUEVO DE GALLINA)

COLON: ¿Seriáis capaz de mantener este huevo derecho sobre la punta?

BEATRIZ: (CONFUSA): No os entiendo... ¿Deliráis?

COLON: Tratad.

BEATRIZ: No es momento de juego...

COLON: Es momento de fe, y mi fe es como el equilibrio de este huevo. Nadie cree en la posibilidad de que pudiese mantenerse derecho sobre su punta y sin embargo, quiero   demostraros que sí.

BEATRIZ (CON PESAR-ALEJANDOSE): No hay manera de restituiros la razón.

COLON (LE CORTA EL CAMINO): Todos colocan el huevo sobre la punta y al éste caer claman: "No. No es posible". Pero yo digo que sí. (VA APLANANDO UNA DE LAS PUNTAS DEL HUEVO) Escuchadme, pues mi entendimiento tiene dos motivos para ser testarudo: fervor genovés y judía persistencia. Y por esos dos componentes de mi razón os juro que este huevo se sostiene sobre su punta...

(COLON LO SUELTA Y EL HUEVO SE SOSTIENE)

COLON: Que mejor argumento para que confiéis en mi que este   huevo. Ahí véis el imposible hecho realidad. Bastó pensar  en ello, Beatriz.

(BEATRIZ TOMA EL HUEVO)
                    
BEATRIZ: El huevo no se sostiene sobre su punta.

COLON (SONREIDO): ¿Y sobre qué sino?

BEATRIZ (CORTANTE ACUSA): Achatasteis la punta.

COLON: Sigue siendo punta.

BEATRIZ (SECA): El huevo se sostiene sobre una trampa.

(Y BEATRIZ ESTRELLA EL HUEVO CONTRA LA MESA. PAUSA TENSA)

COLON: Una cosa es la fe en trampas y otra las trampas de la fe. La una justifica vuestras acciones, la otra excusa vuestros sueños. Para mí esos son los dos lados de la Tierra, y por temor, no dejaré de soñar. Suficiente con ver como truecan los nombres de nuestros padres, nos señalan como marranos, nos expulsan, vejan y queman, en nombre de un crimen que no nos pertenece.

BEATRIZ (REPITE AMARGA): Asesinos de Cristo.

COLON: Y si así fuera, todos hacen vista ciega a la bondad del rabí de Galilea, que perdonó antes de morir.

BEATRIZ: De que nos sirve su perdón si por él nos persiguen.

COLON: El no ordenó venganza, Beatriz, y yo no me prestaré al juego de falsos discípulos, adoradores de la sangre. Cristóforo Colón será como él, y como todos aquellos que hicieron de sus sueños, la substancia de su fe... Entendedlo de una buena vez, Beatriz, hasta Tierra Santa nos perseguirán... Debemos buscar un lugar, un nuevo hogar donde reconstruir nuestro pasado.

BEATRIZ: Al otro lado del mar.

COLON: Sí.

BEATRIZ: ¿Y vos podéis dar fe que allá no os perseguirán?. Entonces ¿por qué no me lleváis a mi? … Y a Diego, vuestro “hiyo?”

(COLON CALLA. PAUSA MUY TENSA)

COLON (CON AMARGURA): No hagáis más dura la despedida, Beatriz.  Tan sólo dadme un beso antes de partir.

BEATRIZ (AMARGA): Guardad vuestros labios para el momento en que tengáis que abrirlos y gritar”: Caballeros de las tribus perdidas de Judea, soy Cristóforo Colón. Vengo a reclamar  esta nueva tierra prometida, en nombre de los “yudíos” expulsados por la Corona de Castilla. Deseo liberar a mi pueblo y traerlo aquí. Hermanos antípodas, ayudadme a dividir la mar en dos"...

COLON (RECOGE UN FARDO Y SE DISPONE A PARTIR): No seré yo quien  divida la mar, Beatriz.

BEATRIZ: ¿Quién si no?

COLON: Al igual que ayer... Dios.

BEATRIZ: Si Dios existe, que se apaguen las hogueras donde queman la Tora, donde mueren nuestros mártires.

COLON (PARTIENDO): Exigídselo al hombre, no a Dios...

BEATRIZ (FURIOSA): A Dios.  A El plugo por ver su faz…

COLON (MARCHÁNDOSE): Que la paz sea contigo, Beatriz…

BEATRÍZ: ¿Dónde está Dios, Colón? 

COLON (EN LA DISTANCIA): Al otro lado del mar.

(LA MUJER QUEDA SOLA, CONTENIENDO LA ANGUSTIA Y EL LLANTO, MIENTRAS VE A COLON PARTIR)


FIN


(1) Jahamin: Hombres nobles, sabios.
(2) Hiyos: hijos.

 

SGAE, 1999
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR. Cualquier reproducción o representación parcial o total, por medio literario, audiovisual o teatral sin autorización del autor, queda sometido a las penalidades que estipula la Ley de derecho intelectual.